DE MAGANGUÉ, SU HISTORIA
CONCURSO
SITUACION GEOGRAFICA
Magangué está situada en la que fuera la banda occidental del Río Cauca, cuando sus aguas no habían sucumbido bajo el potente rugir del brioso Magdalena que, por el año de 1860, inició su aventura de conquista, subyugando en forma total el caudal del Cauca y así, lo que fuera este río bravío vino a descender a la categoría de brazo de Loba, dejando abandonada su vieja trayectoria cuando era espejo donde se miraban las marquesas de Mompox.
Al norte limita con el municipio de Córdoba (Bolívar); por el sur, con Achí (Bolívar) y Sucre (Sucre); al oeste con Buenavista, Sincé, Galeras y San Benito Abad (Sucre) y al este con Santa Bárbara de Pinto (Magdalena) y Mompox, Talaigua Nuevo, Cicuco y Pinillos (Bolívar).
Tiene el municipio una extensión territorial de 1,191 kilómetros cuadrados, de los cuales, el 60% es un ecosistema de humedales y ocupa el 3.23% del total del departamento de Bolívar.
Magangué tiene actualmente cuarenta y dos corregimientos y como cabecera del municipio, cuenta con una cobertura de 135 kilómetros cuadrados del área urbana desarrollada.
Los cuarenta y dos corregimientos adscritos a Magangué son : Coyongal, San José de las Martas, San Sebastian de Buenavista, Sitio Nuevo, Barbosa, Palmarito, Guazo, El Retiro, Playa de las Flores, Punta de Cartagena, Panzegüita, Roma, Santa Coíta, Tolú, Isla Grande, San Antoñito, El Cuatro, Bocas de San Antonio, Las Brisas, Madrid, Tacasaluma, Piñalito, La Ventura, San Rafael de Cortina, Barranca Yuca, Henequén, Juan Arias, Ceibal, Betania, Tacaloa, Puerto Kennedy, Santa Lucía, Santa Fe, Santa Mónica, Santa Pabla, Cascajal, Sabaneta, Emaús, Tres Puntas y La Pascuala.
ASENTAMIENTO INDIGENA
Los primeros habitantes de Magangué fueron de origen Zenú. Los indios Zenúes dominaban una vasta zona dividía en tres provincias: la del valle del río Sinú, la del río San Jorge y la del Bajo Cauca. Actualmente estos territorios abarcarían los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar y parte de Antioquia.
Desde el siglo VII A.c. se empieza a producir otro fenómeno poblacional en la región, en el desalojo en parte y la fusión cultural por otra de los zenúes del bajo Cauca y San Jorge por malibúes y chimilas que habitaron los territorios de Tacaloa, Yatí, Maganguey y Guazo.
La máxima autoridad regional de los chimilas estaba en Mompox y tenía los cacicazgos de: Maganguey, Yatí, Tacaloa o Simacoa y Guazo. Nuestros antepasados indígenas tenían una estatura promedia de 1.65 metros, eran de contextura más o menos gruesa, piernas cortas, cabello negro liso y abundante, piel morena y nariz poco pronunciada.
A pesar de pertenecer a la familia lingüística caribe caracterizada por ser bravíos y por resistirse ante la presencia de los Españoles, los maguey fueron pacíficos y muy dóciles. Se dedicaban al cultivo principalmente de la yuca y el maíz con las características del formativo medio y también fueron expertos en la pesca y la caza, todos estos oficios lo ejercían a la par hombres y mujeres.
En los barrios San Mateo, la Esmeralda, Florida, Villa Sol, Punta de Piedra y otros más, se han encontrado verdaderos yacimientos arqueológicos compuestos por restos óseos, vasijas y diferentes figuras.
CERÁMICA DE LA ÉPOCA INDÍGENA DE MAGANGUÉ
Los maguey hacían adoraciones y ritos a la naturaleza, principalmente al sol al cual llamaban ninha y a su esposa luna que llamaban thi
Lograron destacarse en la cerámica, fabricando figuras antropomorfas y zoomorfas, ollas, utensilios, pitos, ocarinas. Y también fueron reconocidos por la cestería utilizando como materia prima bejucos y corteza de árboles. La orfebrería en estos lugares fue casi inexistente.
A la llegada de los españoles la tribu maguey mantenía estrechas relaciones de trueque con los zenúes de los valles de los ríos Cauca y San Jorge y con las tribus hermanas como fueron las de: Tacaloa, Yatí, Jegua, Caribona, Tacasuan y Waso entre otras.
FUNDACION DE MAGANGUÉ
Realmente el territorio indígena maguey no fue conquistado, ya nuestros antepasados fueron dóciles y opusieron poca resistencia a los invasores; en nuestro caso es más práctico hablar de fundación, refundación o colonización. Incluso existen varias versiones sobre el origen de Magangué, y entre las principales tenemos:
Algunos afirman que La fundación de este territorio fue en el siglo XV, a cargo de don Alonso de Heredia hermano mayor de don Pedro de Heredia, amo y señor de la heróica Cartagena. Don Alonso de Heredia fue encargado por su hermano, a nombre de la corona, de colonizar las providencias del corralito de piedra, entre ellas las culturas indígenas ubicadas a lo largo de los valles de los ríos del Cauca, Magdalena y San Jorge, para lo cual le entregaron 325 hombres. En el caso nuestro, la docilidad de los indígenas permitió a don Alonso tomar posesión de estas tierras sin inconvenientes, se tiene referencia incluso de que varios de los hombres que lo acompañaban se quedaron por estos lados, motivados por la pesca, la caza, la fertilidad de su suelo y el calor humano que desde esa época caracterizaba a estos antepasados. Según el cronista Juan de Castellanos, y su obra élegia de varones ilustres de indias, la fundación de Magangué fue hacia el año 1610 en los montes de Baracoa o el pirnal, encomienda heredada de don Martín Bellido de Calatrava, por don Diego de Carvajal, comerciante y misionero que desde ese momento visionó lo importante que podría llegar a ser este bello puerto sobre el río grande de la Magdalena, y precisamente por esta razón don Diego de Carvajal lo bautizó inicialmente con el nombre de Nueva Andalucía, añorando aquel paradisiaco lugar enclavado en la península ibérica de nuestra madre patria, en 1776 recibió el nombre de Nuestra Señora de Maganguey.
MAGANGUÉ EN LA ÉPOCA COLONIAL
En el siglo XVII Magangué fue un centro colonial de importancia, principalmente por su comercio. El cronista español Fray Luís de Santa Gertrudis en su obra maravillas de la naturaleza, afirma que la población de Magangué era una de las vitrinas más vendedoras basado en la gran feria que se hacia a principios del mes de febrero fecha en la que venia gente de todas partes de Colombia. Para los años 1800 era Magangué un poblado con edificaciones típicas de la época colonial, donde se destacaban: la casa consistorial o actual palacio municipal, una gigantesca construcción ubicada donde hoy está el parquecito de la policía, donde estuvo por muchos años la cárcel, una inmensa casa que estaba donde está el edificio don Elías y muchas otras joyas arquitectónicas ubicadas principalmente en la calle de la albarrada, principalmente en el espacio comprendido entre la Plaza de Bolívar y la de la Candelaria.
De acuerdo con el historiador Retírense Samuel Pérez Prasca, Retiro y Guaso para la época era también poblaciones de cierta importancia en el concierto regional que mantenía en estrechas relaciones con la gran villa de Mompox. Este mismo ilustre historiador establece que el 28 de octubre de 1776 el teniente y urbanista Antonio de la Torre y Miranda por orden del gobernador de Cartagena, Benito de Figueroa y Barrantes de reducir a poblaciones formales las que estaban bajo su jurisdicción corresponde a Magangué la fundación Nº25 con el nombre de NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA DE MAGANGUÉ.
Para la época colonial Magangué tenia una población de 1652 habitantes de acuerdo con los archivos históricos de la biblioteca Bartolomé Calvo de la ciudad heróica, la misma fuente cuenta un número de 162 esclavos que servían a las familias chapetonas acantonadas en la población. Los esclavos en mención se unieron en insurrección a las fuerzas de un movimiento libertario comandado por líderes momposinos, pero su dirigente fue ejecutado en plena plaza pública por orden del gobernador Juan Alonso Savarriaga.
Hemos logrado investigar que para la época Magangué sólo tiene una escuela que funcionó en vetusta casona de la cercanía del actual barrio sur, sector donde también funcionó un incipiente matadero de ganado.
La historia de Magangué en la época colonial fue apasionante y digna de admiración por su constancia y pujanza, fue después de Mompox el principal centro de actividades económicas de la región.
MAGANGUÉ EN LA ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA
La independencia del territorio Colombiano del yugo español tuvo su primera manifestación en las poblaciones de: Socorro, San Gil, Barichará, etcétera. Con el episodio conocido como el movimiento de los comuneros. Luego continuó en Santafé de Bogotá con el grito de independencia del 20 de julio de 1810 y alcanzó su máxima expresión cuando el general Simón Bolívar se pone al frente del ejercito patriota ante el fracaso de los movimientos anteriores, y en el concierto de estos acontecimientos Magangué también jugó un papel protagónico al registrar que el libertador pernocta en nuestra ciudad en varias ocasiones, durmió en una casona ubicada en la calle Páez del barrio de Versalles. En nuestra patria chica sucedieron muchos episodios enmarcados dentro del proceso nacional de independencia como los siguientes:
1. El 11 de noviembre de 1811 cuando Cartagena desconoció la autoridad de Fernando VII y declara su independencia absoluta, los líderes de Magangué cerraron filas a favor del corralito de piedra.
2. En 1815 en pleno fragor de la independencia el realista Ignacio Larruz derrota a José María Arias militar oriundo de estas tierras, ese día enlutaron varias familias de este puerto.
3. El general Hermogenes Maza vivió en Magangué por varios años y fue representante directo del libertador tanto en nuestra tierra como en Mompox.
4. 1816 fue el año en que España endureció su accionar contra todo aquel que pretendía la independencia; este episodio lo conoce la historia nacional como la época del terror en el periodo de la reconquista, muchos fueron los personajes fusilados en ciudades como: Cartagena, Santa Marta, Popayán, Mompox y precisamente este año de 1816 los españoles fusilaron al capitán Sabas Muñoz oriundo de Magangué en la plaza de Nariño de esta ciudad en presencia de cientos de lugareños que impotentes debieron soportar tan horrible escena.
5. Pero el momento más importante del proceso de participación de Magangué en la gesta libertaria se da en 1819 cuando el general José María Córdoba arriba victorioso a nuestra ciudad y por orden del libertador Simón Bolívar, desaloja los últimos reductos de la corona española en estos lares. Recordemos que para este mismo año, el 7 de agosto de 1819 el ejército patriota obtuvo la gran victoria en el puente de Boyacá y selló así la independencia nacional. Fue tanta la importancia de Magangué en el proceso de independencia que pocos años después fue ascendida a la categoría de capital de provincia con jurisdicción en lo que hoy compone gran parte de los departamentos de Bolívar, Sucre y Magdalena. Para a mediados del siglo XIX al igual que toda Colombia, Magangué disfrutaba de la emancipación y se levantaba ejemplarmente de las ruinas producidas por tantos años de dominio y en este aspecto nuevamente el río grande de la Magdalena fue su gran aliado, porque para esta época baja notoriamente el caudal que pasa por Mompox y crece favorablemente en el brazo del Cauca que era el que realmente pasada por esta ciudad, convirtiendo a Magangué pocos años después en la gran princesa del río con sus importantes consecuencias económicas y comerciales que la erigieron como una de las destacadas del país, lugar que ocupó hasta las ultimas décadas del siglo pasado cuando el transporte fluvial empezó a decaer ya que se dio prioridad a las vías terrestres por resultar mas rápidas y económicas.
MAGANGUÉ DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA
Favorecida por su estratégica ubicación geográfica y por la bendición que le trajeron las aguas del gran río grande de la Magdalena, desde la post independencia Magangué emergió como una de las ciudades más importantes del país e inició un acelerado progreso en el que destacamos los siguientes aspectos:
1. La navegación por el río fue el símbolo inequívoco del desarrollo y en ese sentido Magangué se convirtió en el eje que hizo girar las ruedas de la economía, este impulso lo generó el presidente Julián Trujillo, bajo cuyo gobierno se le dio al río la importancia que realmente tenía.
2. A mediados del siglo XIX y por el ímpetu que tenía Magangué como gran centro comercial, el general Eustorgio Salgar presidente de la nación mando abrir las oficinas de correo nacional y del telégrafo que de inmediato mostraron una gran actividad.
3. Fue Magangué para mediados del siglo XIX una de las ciudades colombianas donde se imprimían más y mejores periódicos y revistas de interesante contenido que circulaban en toda la nación.
Algunas publicaciones de grata recordación fueron: el Tango, El Minerva, La revista Mogollón, El Venus, La Propaganda, El Germinal, Ritmos, La Justicia, La Idea, Perfiles, y El Ribereño, entre otros. En el año 1870 llega a nuestra ciudad la primera imprenta y se publica el periódico El Alba, honor que nos hizo don Albano y don Ezequiel Posada, diáfanos y preclaros personajes que además dejarían una larga descendencia que ha sido ejemplo en Magangué de trabajo, honestidad, justicia y respeto.
4. Hacía mediados del siglo XIX Magangué sufrió una de las peores calamidades de su historia cuando un pavoroso incendio acabo con casi toda la población, pero a los pocos días como el ave fénix surgía entre las cenizas para volver a ser lo que era.
5. También para la fecha Magangué fue ascendida a la categoría de capital de provincia con jurisdicción sobre un extenso territorio y se le asigno por primera vez por parte del gobierno nacional un presupuesto para su funcionamiento.
6. Después de la independencia y como muestra del acelerado proceso de desarrollo que tuvo Magangué, nació una gran feria comercial que la hizo famosa a nivel internacional ya que venían compradores y vendedores de otros países, estas ferias con algunas interrupciones llegaron a las últimas décadas del siglo XX.
LAS FERIAS DE MAGANGUÉ, ¿AL FONDO EL ACTUAL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS?
Las ferias eran acompañadas de verdaderos espectáculos culturales y artísticos, los mejores cantantes, las mejores orquestas, los mejores conjuntos, las grandes personalidades, todos se daban cita en las grandes ferias de Magangué. Sea esta la oportunidad para llamar la atención a hombres y mujeres de Magangué para devolverle lo que en el pasado la hizo famosa, recordar es vivir pero también podemos retomar del pasado lo que nos puede servir para el presente.
MAGANGUÉ Y LA GUERRA DE LOS MIL DÍAS
A finales del siglo XIX la lucha entre liberales y conservadores mantenían al país sumido en una crisis lamentable que se agudizó en 1886 cuando entró en vigencia la anterior constitución redactada por el ilustre estadista Cartagenero don Rafael Núñez, y el 17 de octubre de 1899 se inicia formalmente la guerra de los mil días con los levantamientos de los liberales en varios lugares del país. Concretamente encabezados por el general Rafael Uribe Uribe, Gabriel Vargas Santos, Pedro Soler, Justo Durán y Benjamín Herrera para la zona del río, teniendo como objetivo el gobierno conservador de los presidentes Manuel San Clemente quien renuncia y luego del doctor José Manuel Marroquín. Defendidos en estas tierras por los militares: general Alejandro Peña Solano, Manuel Casabianca, Isaías Lujan y Vicente Villamizar. La diferencia entre el número de combatientes lo mismo que en el armamento era notoria a favor de las tropas gobiernistas. En este hecho histórico Magangué también ocupo un sitial protagónico debido a su ubicación estratégica sobre la arteria fluvial más importante de nuestro país como lo narra el historiador Retirense doctor Samuel Pérez Prasca. En 1902 el insigne e ilustre hacendado y militar don Salomé Cárcamo con sólo 20 hombres se toma el cuartel de Magangué que estaba en poder de los conservadores y se hace al dominio de la población, esta hazaña fue premiada por el mismo general Rafael Uribe caudillo de las huestes liberales, condecorándolo y ascendiendo al grado de coronel en medio de la multitud que lo aclamó. Durante largo tiempo vivió el jefe revolucionario de la guerra de los mil días Rafael Uribe en Magangué, incluso se tiene noticias de que estuvo a punto de contraer nupcias con una dama de rico abolengo y de ilustre apellido de este puerto, fue un hecho que Uribe se convirtió en el príncipe azul que trasnochó a las más encopetadas señoritas magangueleñas de ese momento. Pero el episodio de mayor trascendencia de la guerra de los mil días a escala local sucede en diciembre de 1901 cuando el caudillo Uribe y sus hombres se enfrentan a las huestes gobiernistas del doctor Pedro Nel Ospina, derrotándolo en las goteras de la población y apoderándose de estos lugares.
Luego el general tuvo que irse en medio de la tristeza de sus muchas admiradoras y en el año 1914 durante el gobierno de José Vicente Concha es asesinado en Santa fe de Bogotá. En general podemos anotar que la guerra de los mil días en Magangué la ganaron los liberales como en casi toda la costa atlántica, a diferencia del interior del país donde las fuerzas conservadoras se impusieron. A finales de 1902 termina la guerra de los mil días y Magangue al igual que todo Colombia tuvo que enfrentar las consecuencias y el luto de más de 100.000 familias, muertes que en gran número se presentaron el 15 de diciembre de 1899 durante la batalla de Peralonso y el 11 de mayo de 1900 en la contienda de Palonegro. Fue tanta la debilidad que poco se pudo hacer por evitar en 1903 la separación de Panamá. La guerra de los mil días termina con la firma de los tratados Neerlandia, Wisconsin y Chinacota.
Quedó demostrado después de esta contienda que Magangué jugó un papel importante y que ambos bandos lucharon con todo para ganar su dominio; tal era la importancia de este puerto en esta época. También queda demostrado que grandes personajes de la historia nacional la defendieron con tesón y esmero.
MAGANGUÉ A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Los primeros años del siglo XX fueron claves para que Magangué despegara en los aspectos económicos y sociales, fueron realmente años decisivos, en los que nuestra ciudad progresa a pasos agigantados y sus habitantes desarrollaron tal don de pertenencia que con corazón y vida la defendieron y la hicieron crecer, esto nos debe llenar de orgullo a todos los Magangueleños porque me estoy refiriendo a nuestros padres y abuelos, muchos de los cuales con pasos lentos como perdonando el tiempo, aún caminan las calles de la ciudad.
En 1912 el Hospital de Magangué fue construido con mero trabajo comunitario. Inicialmente tenía capacidad para 16 enfermos y estuvo ubicado en el actual barrio Córdoba cerca de la iglesia de San Pío XII, le administraban con mucho amor y dedicación un grupo de monjas franciscanas, posteriormente el hospital creció con el apoyo estatal y fue trasladado al lugar actual.
En 1914 llega a Magangué la energía eléctrica de la cual el historiador Samuel Pérez cuenta que la trajo una compañía particular de la familia Díaz Granados. En 1922 la compañía López y Olier, trajo un motor a vapor que funcionaba por combustible y que alimentaban con leña que compraban a los campesinos de las poblaciones aledañas. Y con el paso del tiempo este servicio se fue modernizando. Como anécdota se cuenta que ese primer día de luz eléctrica en Magangué las gallinas no durmieron, los perros no ladraban si no que aullaban y la gente le buscaba afanosamente a los cables las hojas, las flores y las espinas.
En 1914 se inauguro la primera fábrica de hielo en lo que hoy es la calle de las delicias.
Para mediado de 1916 se inició la construcción de la iglesia que luego seria el Santuario de la Virgen de la Candelaria, el lienzo fue traído de la madre patria por don Antonio Monrroy y rápidamente se convirtió en la pasión de los Magangueleños.
Para la segunda década del siglo XX Magangué contaba con fábricas de procesar maíz, bebidas, café, jabón, comestibles entre otros. Hacia 1920 se iniciaba la época de la navegación a vapor que hizo grande a Magangué en el concierto nacional.
TRANSPORTE FLUVIAL
La historia de la navegación corre pareja con la historia de Colombia entendiendo que la civilización colombiana fue de vertientes, que floreció en torno a los ríos de la Patria, los cuales fueron indudablemente, los ejes que movieron las condiciones de doblamiento de civilización y de cultura.
Magangué en sus inicios estaba situada a la orilla izquierda del Brazo de la Loba, el cual se desprendía de El Banco y buscaba nuevamente las aguas madres en la Boca de Tacaloa, después de haber recibido las aguas del Río Cauca en la Boca de Guamal y las aguas del Río San Jorge en la Boca de Perico.
La navegación a vapor fue iniciada por los gobiernos del general Antonio Nariño y posteriormente por el general Francisco de Paula Santander, siendo el primer barco el Filadelfia.
La historia de Magangué ha girado en torno al Río Grande de la Magdalena, esto se debe a la ausencia de vías terrestres y aéreas en la zona, lo que la convirtió en puerto fundamental para la recepción y despacho de cargas y pasajeros con destino al centro del país y a la costa Caribe, siendo Magangué durante muchos años, antesala comercial de Barranquilla. Fue además el epicentro de una avalancha de naves de menor calado que prestaban servicios de cabotaje entre la ciudad y las poblaciones ribereñas.
Ante toda esta maravillosa historia de progreso, se vio manchada por el hecho de que los buques de vapor utilizaban la leña como combustible principal, lo que precipito la destrucción de los bosques ribereños.
La navegación de vapor terminó de súbito en Magangué cuando el 16 de Enero de 1961 en las primeras horas de la noche, el vapor David Arango sucumbió ante las arremetidas de un trágico destino. En el buque, una empingorotada señora, con el fin de exhibir sus atributos, había conectado en su camarote, una plancha eléctrica; mientras tomaba la temperatura adecuada, contemplando el espectáculo externo, olvidó la plancha, ardió, y las llamas encontraron rápidamente materiales de combustión y el fuego creció hasta que una fogata termino por devorar la historia del David Arango y con el los buques de vapor en Magangué.
En la actualidad los medios de transporte que se utilizan en el río con más frecuencia, son remolcadores enormes con inmensas maquinas que funcionan con diesel y que surcan las aguas del Magdalena.
ESCUDO DE MAGANGUÉ
Otorgado por el Gobernador del Estado Soberano de Bolívar Don Pedro Gual y por orden directo del General Simon Bolívar, el 26 de febrero de 1821, el escudo de Magangué es de forma ojival invertida con cuarteles en donde figuran los blasones que lo distinguen de las demás plazas importantes. Como los escudos de Borgoña y Polonia, este va en campo de gules y como el frances a imitación de las tres flores de lis de Francia, esta divido en tres cuarteles.
El cuartel de base demuestra su blasón geográfico que recuerda la época colonial. El partido del Cauca desde Bocas de Tacaloa, hasta El Atajo o Boca de la Mojana; ósea el mapa de la comarca cruzada de ríos, esteros y ciénegas que dan fecundidad al terreno, riquezas agrícolas, animación y vida. El cuartel superior derecho en vez de representar leones y castillos, como el de los nobles de España, representa un blasón muy propio de sus costumbres. La colmena, de solícitas abejas, en donde depositan los panales, frutos de un trabajo persistente y fecundo. El cuartel izquierdo superior ostenta una llave como blasón geográfico de sus ventajosa posición. Aquí se siente el ritmo de las arterias del organismo fluvial. A la vez que la plaza es ventajosa posición comercial, en lo militar la llave puede abrir sus puertas pero también puede cerrarlas.
La cruz es el faro que ilumina al mundo con fulgores de civilización y progreso. Coronar el escudo de Magangué con el símbolo divino es como darle una prenda de felicidad para su porvenir; es como proporcionarle la antorcha que ilumina sus pasos.
BANDERA DE MAGANGUÉ
21 de Marzo de 1991 donde se aprueba por unanimidad el acuerdo Nº006 donde se estimulan las características de la bandera de Magangué que son.
1. Una faja rectangular de color verde oscuro cuyas medias serán: 3 metros de largo por 1.8 metros de ancho. Su representación simboliza la riqueza agropecuaria y piscícola de nuestra región, como también la fe, esperanza, honra y servicio del pueblo magangueleño.
2. La faja rectangular de color verde, llevara inserta en su interior, equidistante 40 centímetros por todos sus lados otro rectángulo de color blanco cuyas medidas serán: 2.2 metros de largo por 1 metro de ancho. La representación de esta faja simboliza la nobleza, pureza, integridad y la paz que siempre desean los habitantes de Magangué.
3. El escudo de armas de Magangué, concedido por el entonces gobernador de la provincia de Cartagena de Indias, en 1821, don Pedro de Gual y aprobado por el Libertador Simon Bolívar, se incorporara en el centro del rectángulo blanco de la bandera y deberá ostentar sus colores originales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario